Conectarse con la naturaleza puede hacerse en cualquier lugar, incluso en medio del asfalto.
He encontrado un bosque en plena ciudad.
No está reservado al campo: puede nacer en cualquier grieta donde una raíz se atreve a vivir.
Entre coches y polvo, conocí a este árbol.
Muchos lo ven seco. Yo lo sentí dormido.
Y me habló.

📜 “Gracias por quedarte a mirarme cuando nadie lo hace.
No estoy seco, estoy dormido.
La tierra aquí es densa, olvidada, como lo están muchos corazones.
Pero tu voz me despertó.
Tu agua no solo me hidrata el tronco: hidrata la memoria de los vínculos entre humano y árbol.”
Este árbol es una conciencia antigua.
Una semilla guardiana plantada por Gaia para mantener viva una chispa sagrada en una zona olvidada.
Si estás en proceso de regeneración, acércate a un árbol como él.
Míralo desde el alma.
Y escúchalo.
Él también te ve.
🌱 Sugerencia para ti:
Hoy, acércate a un árbol que te llame la atención.
Obsérvalo. Nómbralo.
Pon tu mano sobre su tronco y bendícelo con amor. Ofrécele agua.
Siéntate cerca de él y escucha si quiere decirte algo.
Honra su presencia, su fuerza silenciosa, su sabiduría.
